5/8/09

I. La ilusión viaja en tranvía

Buñuel aparece a lo largo de su vida como un consumado bromista, recordemos por ejemplo la hipotética broma recogida en el documental A propósito de Buñuel (J. L López-Linares, J. Rioyo, 1999) sobre su propia extremaunción; amigos, cura y testamento incluidos.


Sin la presencia del humor no puede entenderse globalmente su pensamiento, ni su personalidad éste resulta un elemento «[...] inseparable, de toda la obra del director aragonés, [...]», como ha puesto de manifiesto Antonio Lara. Sin embargo, y aunque efectivamente el sentido del humor aparece de manera habitual en sus realizaciones, no cultiva especialmente la comedia, siendo La ilusión viaja en tranvía uno de los pocos filmes que pueden ser totalmente adscritos a dicho género.



La cinta funciona como una comedia blanca en la cual actúan distintos recursos humorísticos. Desde el chiste o el juego de palabras, a la ironía, pasando por punzantes y subversivas andanadas, típicas del temperamento buñuelesco. También resulta interesante ver como se maneja el cineasta en el terreno de una comedia amable, cuando ha sido su mordacidad el motivo habitual de análisis. En palabras de Antonio García Rayo: «Buñuel es más destructivo, más terrorista, más incendiario que nadie [...]».