18/2/09

Más allá de los sueños: Pastiche fantástico


What Dreams My Come (Vincent Ward, 1998), podría titularse Family post mórtem. Una idealizada familia media norteamericana se desintegra brutalmente: médico, pintora, y dos hijos modélicos. Primero éstos mueren en un accidente de tráfico, luego su padre, y finalmente, la madre se quita la vida.

El filme nos muestra un supuesto Más Allá que parece hecho con recortes mítico-religiosos de diferentes influencias culturales, apoyándose en un fuerte sustrato judeocristiano lleno de tópicos.

La suicida (Annabella Sciorra) ha ido al Infierno, y su amado esposo (Robin Williams) la ‘rescata’. Terminan juntos con sus hijos en una especie de paraíso a medida, de tal perfección, que podría hacer pensar en la muerte como algo atractivo. Al menos, quien lo pase mal en vida puede estar tranquilo con semejante destino. Entonces surge un final tan absurdo como buena parte del relato: deciden reencarnarse, y lo hacen en dos niños.

Sin conocer esta novela del legendario Richard Matheson, en la cual se basa la película, el guión de Ron Bass pretende aportar una supuesta hondura filosófica que realmente se queda en filosofía de 'todo a cien'. Por otro lado, un romanticismo lacrimógeno y superficial, aunque pretencioso, disuelve el aparente dramatismo de una historia que comienza y termina idílicamente.

Como en otras ocasiones, habrá que conformarse con hablar de los efectos especiales y el trabajo fotográfico, que posibilitan algunas imágenes a considerar.

¿Belleza plástica?, sí. Despropósito argumental, también.




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