8/4/09

Vuelve la autobiografía de DON JOSÉ ISBERT

- José Isbert, Mi vida artística. Memorias. Su teatro, su cine, su época, Murcia, Filmoteca de Albacete, Fundación AISGE, Fundación AUNO, Nausícaä, 2009, 310 pp. ISBN: 978-84-96633-75-9.



Nuestro amigo Alfonso, persona cultivada siempre atenta a cualquier manifestación artística de verdadero interés, nos hablaba el otro día sobre las memorias de José Isbert, que han sido reeditadas tras ver la luz a finales de los años sesenta.

Para adquirir el libro nos acercamos a un centro comercial, abandonado por el frenético éxodo vacacional que se apodera del país de manera recurrente por estas fechas. El desahogo y la facilidad para moverse por el lugar era tan inhabitual que lo recorrimos a nuestras anchas. Casualmente, también compramos un disco de Nat King Cole.


Ya de vuelta en casa, apagamos un televisor en el que parecían coincidir todos los informativos dando la ‘sorprendente e inesperada’ ¿noticia? (¡oh, cielos!): se esperan varios millones de desplazamientos durante la Semana Santa. Una vez convenientemente informados nos sumergimos en el libro, así como en otra época con menos tráfico que la actual donde seguramente las personas estaban más desinformadas. Mientras, sonaba el aterciopelado jazz del pianista y cantante afroamericano con su versión de “It’s Only a Paper Moon”.

En ese momento recordamos algunas conversaciones previas que hablaban sobre ‘desconectar por unos días’, ‘cambiar de aires’, ‘cargar pilas’, o ‘descansar’, y nos parecieron consejos razonables, por lo que recostamos la cabeza en un mullido cojín, acomodamos nuestra postura en el sofá, y regulamos el volumen de la música para que nuestra lectura fuese pausada, y don José Isbert tuviera toda nuestra atención.

El libro cuenta con un emotivo epílogo de José Spitzer Ysbert y está prologado por María Isbert, actriz e hija del gran cómico, y por el actor Javier Cámara, quien viene a corroborar la opinión de tantos académicos, espectadores, y estudiosos del cine español sobre Pepe Isbert. Con su lectura nos adentramos en diferentes momentos de nuestra historia reciente: la vida teatral a finales del XIX y principios del XX, la implantación del cinematógrafo en Madrid, o el ambiente de las tertulias, entre otras cosas. Se trata de la visión postrera y lúcida de un Isbert ya enfermo, que traza para nosotros su recorrido vital desde el mismo instante del nacimiento hasta sus últimos meses de vida.

Si alguien todavía no conoce a José Isbert, que aproveche cualquier reposición televisiva o alguna grabación olvidada por casa, para disfrutar con un genio de la interpretación. Su sola presencia es suficiente para mantener nuestro interés, por floja que sea la película. Otros actores magníficos hemos tenido en España capaces de conseguir semejante efecto, entre ellos, los más grandes, estará siempre Don José. Ilustrativo ejemplo de que la altura humana y la valía profesional no se miden precisamente en centímetros.

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