Bajar por la Gran Vía con las manos metidas en los bolsillos de un abrigo tres cuartos sintiéndose un tipo duro, uno de esos tipos cocido a fuego lento, con aspecto de estar de vuelta de todo y que tiene por corazón la roca más apretada y fría que Dios puso sobre la tierra, sólo es posible, para los que realmente no somos así, aunque durante toda nuestra adolescencia lo hubiésemos deseado, gracias a El crack de José Luis Garci.
Pasear al atardecer por la Gran Vía con aire triste y melancólico, arrastrando la bufanda cual poeta borracho, como si en vez de sangre fuese nostalgia lo que corre por nuestras venas, que parece que uno sigue en esta vida por inercia, casi de prestado, y sentirse al margen, muy por encima de todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, que son esas chicas jóvenes que salen de las tiendas de moda, excitadas por las últimas compras, esos temerosos matrimonios mayores, que caminan tan juntitos porque se han visto obligados a llegarse hasta el centro, esos carteristas, que ahora disimulan tan jodidamente mal su profesión, los transexuales, que con esos tacones parece que van a despeñarse hasta dar despatarrados con sus huesos en Plaza de España, los nostálgicos del vinilo, los de los pantalones rotos y mal lavados de más de 150 euros, y demás fauna ibérica que recorre la jungla de Madrid, sólo es posible gracias a Alfredo Landa, a la música de Jesús Gluck que vamos tarareando dentro de nuestra cabeza, y a que sabemos que existe un hombre, llamado Germán Areta, que piensa que la felicidad es algo que le queda demasiado grande, que como mucho concede que en la vida hay momentos que no son malos del todo, pero de ahí no pasa. Leer más ...
Enhorabuena por el post, muy bueno. El Crack es mi película española favorita (y yo también me refiero a las dos partes cuando hablo de ella :) ). Me alegra ver que haya gente que la defienda como se debe, a pesar de la mala prensa (¿merecida?) que tiene el Garci.
ResponderEliminarGracias Josema. Sin gustarme tanto como "El Crack"; "Las verdes praderas" no está nada mal y se habla muy poco de ella.
ResponderEliminarSaludos.