La imaginación, el esfuerzo y la fe, de un grupo de cineastas, consiguió reinventar metrópolis de ensueño y grandiosos imperios desaparecidos, que la magia del cine ha convertido en inmortales. Desde entonces, el concepto fílmico de aquellas efímeras urbes de aspecto imperecedero sobrevive y suplanta la imagen histórica de los lugares que recreó. La verosimilitud de estos universos ficcionales los convirtió en auténticos. Jamás debieron pensar sus creadores que la materialización de un sueño transformaría a través de la pantalla el imaginario colectivo del mundo, traspasando fronteras lingüísticas, ideológicas, religiosas, sociales, o económicas. Las ciudades de escayola y cartón fueron derrumbadas por el tiempo del mismo modo que las florecientes civilizaciones en las que se inspiraron. Sin embargo, el legado cinematográfico de aquellos hombres las mantiene fabulosas e intactas en el espacio intangible de la memoria. Seleccionado para Saporosti! por la autora, de su trabajo publicado en VV.AA. Los espacios de la ficción. La arquitectura en el cine, Los libros de LARS, Valencia, Iseebooks, 2008.
La diversidad y belleza de nuestros paisajes ha seguido y sigue actualmente atrayendo producciones estadounidenses. Casos recientes son el de El imperio de Sol (1987) o Indiana Jones y la última cruzada (1989) dirigidas por Steven Spielberg; Star Wars: el ataque de los clones (2002) a cargo de George Lucas; o más recientemente, El reino de los cielos (2005), de Ridley Scott. No obstante el periodo donde el esplendor de Hollywood pareció instalarse en España con la construcción de colosales y fascinantes conjuntos arquitectónicos terminó hace más de veinticinco años. Las recreaciones de otras épocas coexistieron con la realidad urbanística española y posibilitaron la convivencia de diferentes estéticas, culturas y épocas, alterando la vida cotidiana de sus habitantes. Los rodajes impulsaron económicamente las zonas donde se establecieron y mostraron a sus gentes modos de vida inimaginables dentro de la opresión que vivía nuestro país. El celuloide trajo a las provincias españolas una fugaz quimera que modificó transitoriamente la realidad colectiva, dejando en quienes les acogieron el recuerdo de haber sido parte esencial de las fantasías “hollywoodienses”.
10/5/09
IX. Ciudades reinventadas: La ficción hollywoodiense en España
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